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martes, 21 de enero de 2020

Garth Knight

La obra de Garth Knight gira en torno a dos claves: fotografías de complicadas instalaciones de bondage e imágenes formadas por una miríada de elementos que componen una nueva imagen. En estas últimas, utilizando fractales, simetrías, cientos o miles de fotografías de joyas, incluso las mismas imágenes de bondage, construye impresionantes collages de insectos, arañas y otros animales que cobran vida con un brillo casi sobrenatural.
Garth Knight es un artista nacido en 1972 en Hobart, Australia.
En 1993 obtuvo su Bachiller en Ingeniería con honores por la Universidad de Tasmania. En 1995 se mudó a Sydney, y en 1999 obtuvo su diploma en fotografía.
Entre 1994 y 2000 trabajó como fotógrafo profesional, pero a partir de allí cambió hacia una carrera en bellas artes. Comenzó a desarrollar procesos propios para realizar complicadas instalaciones de bondage que luego fotografiaba, y técnicas de manipulación por ordenador para producir innovadores y elaborados montajes de imágenes.
«Tenía 21 años cuando por primera vez cogí una cámara para fotografiar algo que pensaba podría ser estéticamente agradable de alguna manera. Recuerdo que había una novia que me prestó una cámara y comencé a tomar fotografías al azar. Por alguna razón, pensaba que me estaba dirigiendo hacia la fotografía desde siempre. Me gustaba la idea de ser un fotógrafo desde que era un chico, pero nunca me planteé hacer la transición hasta que fui mayor. Es la calidad de la fotografía que combina procesos artísticos y científicos lo que en realidad me empujó hacia delante en esta forma de arte, o forma de expresión.»
En 2003 ganó el Premio del Público en el Josephine Ulrick y el Premio Schubert de Fotografía, a lo que siguió en 2004 la selección como finalista del Citigroup Portrait Prize en la Galería de Arte de Nueva Gales del Sur así como su tercer Premio del Público consecutivo por su trabajo fotográfico en la muestra anual Leather Pride.
«Si, definitivamente estaba interesado en los nudos. Crecí en una granja y mi padre tenía botes, así que las sogas fueron algo que siempre he utilizado. La cosa es que trabajando con sogas llegas a comprender algo sobre el aprovechamiento y la transferencia de energía, y esas cosas de física básica. En un bote, tiras de una soga que puede cambiar completamente la dirección en la que navegas. El día que comprendí que podría combinar trabajo con sogas con gente y fotografía, fue muy significativo para mí.»
«Conocí a alguien a fines de los '90 que estaba haciendo un espectáculo de bondage en un club de Sydney. El show en sí mismo no era altamente erótico o sexual, sino algo realmente simple. Estaba atando a alguien a una silla y por alguna razón cautivó mi imaginación. Previamente siempre había encontrado fotografiar gente como algo distante, como que había un gran abismo entre tú y la persona que estabas fotografiando. Pero tan pronto comencé a incorporar el bondage a mi trabajo, me involucré físicamente. Descubrí que podía ser un momento muy cohesivo porque soy una persona sensual y siempre encontré el acto de fotografiar como algo frío y remoto. ¡Así que el bondage lo ataba todo junto!»


































































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