En Liquēre , el fotógrafo Danny Eastwood desdibuja los límites entre el agua, el cuerpo y el movimiento en una colección de imágenes hipnóticas que buscan confundir al espectador. Fiel a su traducción latina, 'ser fluido' , la serie utiliza las sutiles modulaciones de luz y movimiento para convertir el cuerpo en una magnífica forma escultórica. Al sumergirse y emerger de la superficie vidriosa, los cuerpos se transforman en elementos hipnotizantes y abstractos suspendidos entre la ficción y la realidad. "Estos son momentos de movimiento transitorios: la figura y el agua se encuentran perfectamente en un momento de flujo", dice Eastwood.
Eastwood ha colaborado con las principales agencias de publicidad de Australia como Leo Burnett, McCann y Ogilvy, y ha acumulado una impresionante lista de clientes que incluye Samsung, Canon, Volvo y Smirnoff, entre otros. Entre el trabajo comercial, se entrega a proyectos personales donde explora los aspectos más oscuros, más afilados y más artísticos de su fotografía.
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