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jueves, 27 de febrero de 2014

Yan McLine

Hemos visto muchos fotógrafos eróticos que mezclan en sus composiciones mujeres desnudas con todo tipo de elementos variopintos, pero hasta ahora, no habíamos visionado un trabajo como el del artista moscovita, Yan McLine.
Nuestro protagonista de hoy lleva captando instantáneas desde que era niño, y eso se nota. Se hace visible en la calidad de sus trabajos y en su imaginación. En esa cabecita loca que le ha llevado a dar un paso más y a convertirse en uno de los fotógrafos conceptuales más destacados del panorama internacional en cuanto a tetas se refiere.
Porque claro, si te pregunto si es erótico ver a una mujer con un pulpo muerto en la cabeza, la primera respuesta es negativa, hasta en el caso de los más enfermos (eso sí, siempre que no tengan nada que ver con la zoofilia y demás perversiones).
Pero cuando ves estas fotos de estas mujeres desnudas, decoradas con un animal de estas características. Con sus tentáculos recorriendo las partes más erógenas de las modelos, que desafiantes, miran al objetivo con sus tetas poderosamente erectas nos quedamos sin respiración. Escalofriantes, estas imágenes nos excitan a la vez que nos provocan sexualmente. Tu entrepierna se calienta y lo peor es que en el fondo sabes que un pulpo muerto no es para nada erótico. Miras y miras y sigues confundido y cachondo.
Pero es que Yan McLine va más allá. No sólo se sirve de carroña para sus composiciones sino que, además, consigue mezclar perspectiva y tetas, siempre tetas, para conseguir unas fotografías de modelos desnudas en posiciones imposibles.
De cuerpos de mujer que parecen paisajes, de pechos que parecen montañas, de culos y sexos que se unen en un solo punto. ¿Original? Sí, y también erótico. ¿A que el pulpo muerto ya no parece tan asqueroso? Es la magia de la fotografía.